La mejor forma de aprovechar al máximo una alimentación sana es conociendo nuestro propio cuerpo, nuestros requerimientos energéticos y la actividad física que realizamos para mantenernos en forma.
Ambas acciones están muy ligadas ya que son la base de un cuerpo óptimo, y si logramos una dieta efectiva con alimentación sana y el equilibrio de actividad física indicada podremos sentirnos cómodos con nuestro cuerpo en cuestión de semanas.
¿Cómo buscamos el equilibrio entre alimentación y actividad física?
Realizar actividad física ayuda a controlar nuestro peso, genera una sensación de bienestar y es una gran recomendación de médicos y especialistas para reducir los riesgos de enfermedades críticas.
Es importante lograr estar activos físicamente al menos durante 30 minutos todos los días. Ya sea salir a correr, andar en bicicleta o hacer algún deporte, la actividad física ayuda a consumir calorías, a mantener en funcionamiento nuestro organismo en su totalidad.
Si podemos estar activos cerca de 60 minutos diarios obtendremos aún más beneficios en materia de salud control de peso. Unido a una alimentación sana para tener las calorías necesarias para la práctica diaria de distintas actividades, la actividad física es la mejor manera de controlar nuestro peso y tener un organismo en óptimas condiciones.
Especialmente en niños y adolescentes, mantenerse activos 60 minutos al día todos los días, o la mayor parte de la semana, ayuda a reducir riesgos de obesidad juvenil.
Reducir riesgos al consumir alimentos
A la hora de alimentarnos es importante tener en cuenta diferentes tareas básicas para no contraer enfermedades. Es importante lavarse las manos, lavar las frutas y verduras antes de comerlas, y también las superficies de contacto con los alimentos.
Hay que separar los separar los alimentos entre crudos, cocidos y listos para servir para evitar que las bacterias salten de uno a otro.